LA INCERTIDUMBRE Y LA ESPERA ACTIVA (II)

Como decía en la primera parte de esta entrada, todo está en movimiento.  Realmente, nuestra vida se puede representar con una gráfica de onda con sus senos y sus nodos, unas veces estas arriba y otras estás abajo. Cuando estés arriba, en “la cresta de la ola” disfruta de lo que la vida te ofrece porque tarde o pronto la tendencia, por uno u otro motivo, será hacia abajo. Es cuando estés abajo, en la mala racha cuando debes utilizar la “espera activa”.

La espera activa no es resignación ni apatía, por el contrario, es confianza en el futuro. Es “no instalarte” en la mala racha sino hacerte consciente de que no hay mal que cien años dure. Mientras, vive tu vida con calma, moderación y haciendo lo correcto.
Las malas rachas son de muy variada índole. A veces, simplemente, estamos manteniendo una situación que nos es perjudicial, otras veces nos llegan inducidas por factores externos sobre los que no tenemos control. Muchos de nuestros problemas se diluyen con un mero cambio de actitud o tomando una decisión, otros esperando activamente. Efectivamente, tenemos la responsabilidad de ser partícipes de nuestro cambio hacia mejor, de superar la mala racha. Mientras dure esta racha ocúpate en crecer y desarrollarte; apúntate a un curso de lo que sea, aprende o perfecciona un idioma, lee, aprende a hacer algo nuevo… Frecuenta lugares nuevos y relaciónate con personas nuevas. Practica un nuevo deporte. Atrévete a cambiar de look. Sal de casa y no te quedes allí lamiéndote tus heridas o dándole vueltas a tus problemas. Ocupa tu tiempo y desocupa tu mente del pasado. Adquiere nuevos intereses.
En definitiva convierte tu crisis en una oportunidad. Tus nuevas relaciones, tus nuevos aprendizajes, tus progresos y logros, en cualquiera que sea la disciplina, serán fuentes de gratificación para ti. Con el tiempo te darás cuenta que ahora eres diferente, que casi sin darte cuenta te has convertido en algo mejor y como mejor que eres, mejores oportunidades te llegarán.
Pero, estate atento, eso sí. Es en estos baches cuando has de tener muy presente que “nada ocurre porque sí”. Todo está interconectado en el universo, todo lo que sucede es por algo y por algo llega a nuestras vidas. Así pues pon atención a lo que sucede a tu alrededor; a las coincidencias significativas, a las “sincronicidades”. Una sincronicidad es algo que te ocurre y que tendrá trascendencia en tu futuro. Tal vez será en ese curso al que te apuntaste, en el que conocerás quien te acompañará el resto de tu vida o tal vez en ese grupo de senderismo encontrarás al socio con el que montaréis un nuevo negocio… quién sabe, pero estate atento y mantén tu mente abierta y flexible. Recuerda que el campo cuántico unificado es un campo de infinitas potencialidades.
Vivir en plenitud y felicidad comienza por decir SI a la vida tal y como nos viene, por decirnos SI a nosotros mismos aceptando como somos y conscientes de que podemos crecer y mejorar, por decir SI a los demás aceptándolos con sus luces y sus sombras, pero sin permitir que nadie robe tu felicidad.

Existe, también,  una palabra que te ayudará mucho para ser feliz. Una palabra que al pronunciarla, no deberá temblarte la voz al tiempo que mantienes tu cabeza erguida. Esa palabra es: “NO”.

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