INTUICIÓN
Nos dice el diccionario que la
Intuición es: “Conocimiento, comprensión o percepción inmediata de algo, sin la
intervención de la razón”
De entrada esta definición me
parece correcta, pero nos habla de tres cosas que son muy diferentes;
conocimiento, comprensión y percepción.
Creo que precisamente de esta
tricotomía es de donde surgen las dificultades de entender el fenómeno de la
intuición ya que sus manifestaciones se mueven entre estos tres ejes. Veamos
uno a uno.
Conocimiento. Ocurre que en un
instante, como si de un rayo se tratara, llega a tu mente un pensamiento. Un
pensamiento que te dice; esto o aquello…es así! Pero, es que además se acompaña
de un pensamiento paralelo que te dice: y no tengas la más mínima duda de que
es asÍ! En resumen, te ha llegado un significado y sabes es verdad con absoluta
certeza. Y es que si tienes la
oportunidad de contrastarlo resulta que siempre es cierto.
Comprensión. Esta manifestación
de la intuición tiene que ver con lo sutil, con lo que subyace, con leer
entrelineas o descubrir lo que se esconde detrás. Es como de repente darse
cuenta de que lo que está sucediendo a tu alrededor no es lo que parece. Es
cuando descubres intenciones veladas, mentiras o falsos comportamientos. Es
cuando caes en la cuenta que la conducta o actitud es la respuesta, lo real y
no las palabras. Lo importante es que ocurre sin análisis alguno sucede como
aquello que llamamos iluminación.
Percepción. Esta manifestación se
relaciona con aquello que llamamos el sexto sentido porque se percibe como una
sensación. Es cuando no sabes qué, pero sabes que algo va a suceder. Sucede
cuando de pronto interrumpes algo o abandonas un lugar porque algo te pide que
lo hagas o igualmente diriges tus pasos hacia algún sitio sin saber por qué. Es
como una fuerza que empuja. A veces “sientes” que un lugar no es sano o una
persona no es trigo limpio, pero lo importante es que todo sucede sin deducciones
previas.
Si bien decía que la definición
del diccionario me valía, a mi entender pienso que faltaría una manifestación
más: la premonición o precognición, como quieran.
Premonición. Sería es la supuesta
capacidad de conocer hechos con anterioridad a su acontecimiento y que no pueden ser deducidos a partir de
información adquirida en el presente mediante los sentidos. No es aquello de;
“se veía venir, te lo dije”. Es un vaticinio sin indicios previos. Lo
importante de este nivel de intuición, -si es que este fenómeno aún pertenece a
la intuición- es que a diferencia de la percepción con la premonición conoces
lo que va a suceder aunque no sea al detalle.
Puede que la llamen ‘corazonadas’
o bien que piensen en ella como un ‘sexto sentido’. Pero, la llamemos como la
llamemos, nadie ignora el valor de la intuición, esa alerta interna que nos
ayuda a evitar algunos peligros o a dar con soluciones difíciles de encontrar.
Todos llevamos esa brújula
interior que, aunque no sepamos cómo funciona, está dispuesta a guiarnos para
navegar por nuestra propia vida. Aprovechémosla.
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