CRECER Y CAMBIAR;UN DURO PROCESO
"Crecer es duro. Nadie te
dice nunca que crecer es duro ¡Pero crecer es duro!"
Crecer, cambiar lo que es
familiar, es un proceso incómodo porque puede que los
comportamientos, hábitos y/o relaciones que a menudo han sido como una segunda naturaleza
para nosotros, dejen de ser confiables. Los antiguos patrones de comportamiento
y los hábitos, incluso las antiguas relaciones, ofrecen una estructura
psicológica que da significado, continuidad y predictibilidad a nuestras vidas.
Los seres humanos nos esforzamos
para mantener un sentido de estructura psicológica, que nos dé continuidad y
predictibilidad. Anhelamos la regulación interna que nos da la consistencia y
la continuidad. Nos esforzamos por tener una idea de lo que va a suceder en el
futuro. Eric Berne llamó a estos esfuerzos y anhelos "hambre de
estructura" y se refirió a ellos como "necesidades
psicológicas". Berne también identificó otras dos "necesidades
particulares: hambre de estímulo y hambre de relación.
Estas hambres no conscientes son
las motivaciones que determinan las respuestas fisiológicas, afectivas,
cognitivas y conductuales ante todas las situaciones de la vida.
Berne escribió que la única
función del hambre de estructura es mantener el equilibrio Anhelamos el equilibrio,
la estabilidad, la continuidad y la predictibilidad, anhelamos este tipo de
estructuras mentales. Por lo tanto, el cambio es "algo duro". Cambiar
es un desafío, es un proceso incómodo porque nuestra sensación de equilibrio se
altera y perdemos la confianza en los comportamientos, hábitos o relaciones que
a menudo han sido como una segunda naturaleza. Cambiar nuestras perspectivas
personales, marcos de referencia, o creencias de guión es un desafío, y nos
aferramos a estas estructuras mentales con el fin de mantener el equilibrio
psicológico.
Estas estructuras nos dan un
sentido de equilibrio al que los biólogos se refieren con el
término homeostasis. La homeostasis es un principio biológico
y psicológico que describe la tendencia de los organismos vivos a mantener el
equilibrio y la estabilidad. Cuando las fuerzas externas del entorno estimulan
el cambio demasiado rápido, hay una reacción innata que contrarresta las
presiones hacia el cambio, es la llamada resistencia al cambio. La homeostasis, pues, es lo opuesto al cambio y al crecimiento.
El crecimiento y el cambio son un
desafío porque de los seres humanos tiran de dos fuerzas opuestas: la
homeostasis y la physis entendiendo esta última como la tendencia inevitable al cambio.
Crecer no es sólo algo duro, sino
que también es inevitable. Estamos constantemente cambiando, creciendo, y
evolucionando de uno u otro modo. El cambio siempre ocurre, incluso cuando no
lo queremos. No podemos evitar el cambio y el crecimiento. Podemos luchar
contra las oportunidades de crecer y podemos hacer intentos desesperados para
resistirnos al cambio pero siempre hay en nosotros un impulso innato hacia el
crecimiento. El organismo humano, y de hecho todos los organismos vivos, están
en un continuo proceso de cambio, crecimiento y evolución al tiempo que tratan
de mantener el equilibrio.
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