ANSIEDAD: DESMONTANDO UN MITO


A día de hoy, la ansiedad está etiquetada como un problema que debemos solucionar si queremos ser felices. El Tranxilium va que vuela y los programas de “Supere su ansiedad en X pasos” ya es una pandemia en la red.
El  Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, el DSM, sin embargo, define la ansiedad como "una reacción emocional normal necesaria para la supervivencia de los individuos y de nuestra especie".  Pero, vayamos poco a poco.
El estrés es un proceso ante las demandas del medio. En ese proceso se producen reacciones emocionales, anticipando si vamos a ser capaces o no de dar una respuesta positiva a los problemas o simples retos que tenemos por delante. En caso de que no sea así, lo percibimos como una amenaza que dispara una respuesta emocional : eso es la ansiedad. Estrés y ansiedad son dos procesos que se solapan en el sentido más general. “Podríamos decir que el estrés es lo que experimentamos cuando tenemos que solucionar un problema, y la ansiedad se produce cuando nos anticipamos a obtener un resultado negativo". La ansiedad es una emoción en la que se producen cambios en nuestro cuerpo, se dispara el sistema simpático, lo que nos permite ser mucho más eficaces ante un problema", los síntomas que reconocemos como síntomas de ansiedad, no son sino las manifestaciones de que nuestro cuerpo está alerta ante un problema.
En realidad, la ansiedad es un monstruo que vive y se alimenta de adrenalina. Nos damos cuenta de que tenemos el monstruo dentro y que se ha quedado, porque mientras digerimos la adrenalina todavía le queda alimento para vivir y seguimos sintiendo ansiedad. Cuando pasa el tiempo sin que veamos un nuevo peligro o amenaza, el cuerpo recupera su nivel normal de adrenalina y el monstruo hiberna. Cuando es el propio monstruo el que nos da miedo y luchamos para echarlo del cuerpo, para que desaparezca de inmediato, la lucha nos lleva a hacer otra descarga de adrenalina y es ahí cuando entramos en bucle. El monstruo, encantado porque tiene más alimento, crece y se hace más amenazador, nos dice cosas terribles como que va a comernos el cerebro, que nos va a dañar el corazón y que nos va a paralizar la garganta para siempre (ataque de pánico). Sin embargo, si aceptamos al monstruo en nuestro cuerpo y no hacemos nada para que se vaya, entonces dejaremos de darle alimento y el monstruo hibernará de nuevo. Así de sencillo.

Lo que ocurre es que consideramos nuestras sensaciones como el criterio más fiable que tenemos de la realidad.  Entonces, si tengo la sensación interna de que me voy a morir o voy a perder el control o me voy a volver loco o…lo que sea, puedo llegar a la conclusión de que es real y totalmente cierto que va a ocurrir porque lo siento. Si además, me comporto como si fuera totalmente real, puedo generarme un problema importante.
No confundamos tampoco ansiedad con depresión. La ansiedad es como estar colgado de una rama en un precipicio, la depresión es cuando ya rota la rama nos hemos estrellado en el fondo del precipicio.

Los dos mandos de "control" de nuestra ansiedad.

Como consecuencia de la metáfora del monstruo de la adrenalina podemos concluir que en nuestro cuerpo tenemos dos mandos de control.
El mando 1, “Nos centra en nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones”.
El mando 2, “Nos centra en nuestra identidad, nuestros valores, capacidades y objetivos”. Si manejamos el mando 1, lo único que conseguimos es aumentar nuestro sufrimiento. Cuando manejamos el mando 2, podemos alcanzar nuestros objetivos, solucionar los problemas y además que desaparezca la ansiedad.

En definitiva lo importante es no creer que lo que pensamos es o será la realidad, lo que ocurrirá, por el contrario sigue avanzando, ocupaté de hacer lo que está en tu mano y dedícate tiempo, habla con personas de confianza, haz deporte, practica sexo, sal diviértete. Rebajar estrés, negativismo y preocupación es lo que hará que desaparezca la ansiedad, de lo contrario se cronificará y entonces sí que se convierte en un problema.
Así pues, ansiosos y ansiosas, relajaros que la ansiedad es algo normal y necesario. Eso sí, tomad el camino de la acción y sobre todo no os “instaléis” en aquello que os cause emociones negativas.

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